"Hay tres tipos de vampiros identificados por los estudiosos de lo oculto, algunos mucho más comunes que otros, y algunos infinitamente más peligrosos que otros.
El primer grupo lo componen los vampiros comunes, cadáveres reanimados que se levantan de sus sepulcros a alimentarse de la sangre de los vivos. Se dice que estos vampiros son creados al vaciar sangre contaminada dentro de la boca de un cadáver que no esté en un muy avanzado proceso de descomposición, o simplemente dándole a beber a una persona viva la sangre de un vampiro común. Se comportan de manera salvaje y demuestran muy poca inteligencia, casi no hablan y atacan todo lo que se cruce en su camino.
El segundo grupo es mucho menos común y se les ha denominado vampiros altos, se trata de humanos que han bebido sangre maldita estando vivos y se han convertido luego en criaturas de la noche. La sangre que ha bebido no puede ser de un vampiro común ya que esta mata a cualquier humano antes de convertirlo. Estos seres retienen por completo la personalidad y pensamientos de la persona que fueron en vida y su apariencia, aunque alterada, les permite mezclarse con los mortales y pasar desapercibidos, de todas formas pueden ser identificados por su extrema palidez y ojos luminosos.
El tercer grupo es el de los vampiros demonios o vampiros verdaderos, aún se discute si estas criaturas son o no reales, supuestamente serían vampiros creados mediante una intervención demoniaca (un pacto, una posesión). Se dice que estos seres son dueños de un poder sobrenatural inimaginable, que tienen la habilidad de controlar a los animales, los elementos y a ciertas energías diabólicas, serían además capaces de transformar su propio cuerpo adoptando formas demoniacas. Su piel sería anormalmente tersa y sus ojos de un color rojo sangre. Estos vampiros serían extremadamente difíciles de destruir"
